domingo, 20 de septiembre de 2009

GUÍA PARA COMENTAR TEXTOS

GUÍA PARA COMENTAR TEXTOS DE HISTORIA
1. Lectura y preparación
1.1. Prelectura o lectura general
En primer lugar, haremos una lectura general del texto que nos aporte la primera idea acerca del significado del mismo. No haremos ninguna anotación ni subrayado, sólo leer.
1.2. Lectura comprensible: en esta segunda lectura preparamos el texto, mediante:
1. Subrayado de términos: se resaltan aquellos más relevantes, que son claves en la comprensión del texto y que serán objeto de un análisis posterior. Puede tratarse de nombres, fechas, etc.
2. El subrayado de ideas primarias: Se realiza sobre aquellas ideas que señalan las líneas fundamentales del texto.
3. El subrayado de las ideas secundarias
Refuerza y complementa el anterior. Para mayor claridad, es aconsejable utilizar un trazo o color distintos del precedente.
4. Anotaciones marginales
Son de utilidad para señalar bloques temáticos, hacer llamadas aclaratorias, breves comentarios, etc. Puedes utilizar llaves o líneas que delimiten dichas acotaciones.
2. Clasificación del texto
La clasificación correcta del texto constituye el paso inicial del análisis y comentario. Son varios aspectos que se escriben con brevedad .En esta parte del trabajo es necesario precisar una serie de aspectos que hay que determinar:
a) Naturaleza del texto
Según sus características, los textos pueden ser:

1.Jurídicos: leyes, normas y decretos de todo tipo, constituciones, tratados y acuerdos internacionales. Son el fruto de una autoridad (jurídica) con capacidad para establecerlos.
2. Textos políticos (cuando están relacionados o emanan de un acontecimiento político –caso de un discurso o informe político-), económicos (por ejemplo un informe o discurso económico), sociales, etc. (En los manuales se suelen denominar narrativos o histórico-circunstanciales).
3. Textos histórico-literarios: Son de este tipo las memorias, las autobiografías, los recuerdos históricos, las cartas, los artículos de prensa y, asimismo, las obras literarias y de pensamiento que recogen algún acontecimiento histórico. Se distinguen porque poseen un notorio carácter subjetivo, es decir, reflejan con claridad la opinión que un individuo o grupo tiene de un hecho histórico (a favor o en contra). Este hecho no tiene por qué ocupar un lugar primordial en el texto. Además el lenguaje suele estar más cuidado y puede estar escrito con posterioridad a los hechos de los que se trata.
4. Textos historiográficos: cuando se trata de la obra de un historiador o autor posterior a los hechos, que son analizados con una finalidad investigadora y científica. Entran en este grupo las obras de historia en sentido amplio.
Algunos textos pueden ser clasificados o incluidos en más de uno de estos apartados.
b) Circunstancias espacio-temporales:
Es imprescindible señalar:
*La fecha exacta o aproximada en la que el texto fue elaborado:
- En los textos que incluyen fecha la tarea es fácil. En los textos que no incluyen fecha, ésta puede deducirse del contenido del texto. En todo caso, ha de señalarse el momento histórico al que el texto corresponde de la manera más aproximada posible.
- En el caso de los textos historiográficos y en el de algunas obras literarias (novela histórica, por ejemplo) hay que señalar dos fechas: aquella en la que escribe el historiador o autor y aquella sobre la que escribe, es decir: la fecha en la que se elabora el texto y la fecha sobre la que se sitúa la acción de que habla.
*La situación y circunstancias históricas en las que el texto fue creado.
Se trata aquí de presentar el contexto histórico relacionado con el texto.
c) Autor
- Cuando el texto tiene un autor individual, hay que fijar su identidad así como su situación personal y las circunstancias históricas en que vivió; se darán unas breves pinceladas biográficas y se especificará su relación con el contenido del texto.
Hay casos en los que el autor no figura: en tal caso, se debe identificar al posible responsable.
- Cuando el texto tenga autor colectivo es preciso establecerlo señalando los diversos ejecutores, pero destacando entre todos ellos el más significativo.
d) Destino
1. A quién va destinado: si es a una persona individual o a una colectividad, y si la intención es que permanezca en secreto o por el contrario sea divulgado.
2. Cuál es su finalidad: si tiene un carácter público o privado, si es personal u oficial y si abarca un ámbito nacional o internacional. En definitiva, qué pretende su autor o autores.
3. Análisis del texto
Es la parte central del trabajo. Para ello habrá sido necesaria la atenta lectura del texto. Se pueden seguir varias fórmulas. Destacamos dos:
El método literal: consiste en seguir un orden (de principio a fin) con la explicación progresiva de palabras, expresiones y alusiones que en él aparecen. Es un método sencillo que puede ser muy útil cuando tenemos entre manos un texto muy denso.

El método lógico: consiste en reagrupar los pasajes y las explicaciones de acuerdo con su temática; resulta útil para textos mal articulados o confusos.
En el ANÁLISIS se deben aclarar los términos y conceptos que aparezcan (nombres propios, técnicos, instituciones, expresiones significativas, alusiones históricas o geográficas, etc. El eje del análisis es la captación de las ideas del texto (distinguiendo las principales de las secundarias) de forma ordenada y explicadas.
4. Comentario
Clasificado y analizado el contenido, ya estamos en condiciones de abordar el comentario. Partiendo del texto, plasmaremos los conocimientos del tema en cuestión. Esta exposición ha de seguir vinculada al texto, pero puede desviarse de él en su desarrollo, por lo que conviene establecer unos límites precisos que impidan divagar o desorientar (si el texto es de la economía de un periodo, no es necesario contar el desarrolló político o cultural del mismo).
5. Crítica del texto
* Debemos reseñar si estamos ante un texto de gran repercusión histórica (por ejemplo, una constitución) o, si por el contrario, tiene una importancia relativa.
*También hay que señalar, si procede, su autenticidad y exactitud (muchas veces lo que se lee no se corresponde con lo que pasó realmente).
Consideraciones finales sobre el comentario de textos
El análisis y comentario de cada texto no implica la aplicación concreta ni en su totalidad de estas normas metodológicas: puede prescindirse de puntos o apartados o cambiar su orden, adaptándonos a las características particulares de cada documento.
El comentario ha de ser compresible claro y ordenado.
Pueden hacerse cuantas referencias al texto sean necesarias. Pueden utilizarse palabras o alguna frase entre comillas como apoyo y para demostrar que dominamos el tema pero que no vamos a repetir lo mismo que dice el documento.
Errores más frecuentes en el comentario de textos
1. Digresión o disertación: implica utilizar el texto como simple pretexto para exponer nuestros conocimientos sobre algún tema, sin tratar el aspecto concreto del mismo.
2. Parafrasear: escribir lo mismo que dice el texto, aunque se cambien las palabras, demostrando que no sabemos hacer un comentario.
3. Desorden: suele reflejarse de varias maneras: centrándose sólo en la introducción, repitiendo ideas, tratar el comentario sin haber analizado correctamente el texto, mezclando análisis y comentario…
5. Personalismo: no debemos expresar opiniones o juicios desde nuestro punto de vista personal. Sería inadmisible, puesto que el ejercicio de Historia ha de perseguir la objetividad y la total ausencia de prejuicios.

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